sábado, 19 de noviembre de 2011

Tenía que ser un medio, no ser un fin


¡¡PULSA EL PLAY!!

Como consecuencia de mi trabajo, he tenido la ocasión de departir con la chavalería, con la adolescencia, con niños y menos niños, y la verdad es que esta plática te enriquece enormemente, te aporta, te aclara ……… te enseña.

En el fragor de la conversación, como no, salió el tema del botellón, del consumo de alcohol, de porque no se habilita un sitio donde ellos puedan “desarrollarse”, con sus cubatitas, con sus cervecitas, con sus mirindas, fantas y demás.

Y llegamos a una conclusión común; si, si, de verdad, te lo juro, y mira que nuestra diferencia de edad era notablemente considerable (y ya me fastidia, ya), ahí va:

EL CONSUMO DE ALCOHOL SE HA CONVERTIDO EN UN FIN, NO EN UN MEDIO.

Nos ponemos en situación:

Alrededores de una Plaza centrica, 8 de la tarde, supermercado de moda, chavalería correteando de un lado para otro, nervios, excitación:

- “compramos 6 de ron y 4 de whisky. No, no, que eso es mu poco pa tos los que somos, yo creo que 8 y 8. Bueno, a ver cuántas perras tenemos”.

Otros, más avispados, ya han contactado con el mayor de edad que les va a sacar la bebida:

- “…. Y cógenos 3 de esta, 4 de esa, y dos de la otra”.

- No, no, mejor vamos contigo y te vamos diciendo las que queremos”.

Una algarabía, un sinvivir, una tortura. El pobre guarda de seguridad como loco; los eficientes trabajadores del establecimiento no dejando pasar una pidiendo deneis a diestro y siniestro. Y en el fragor de la batalla, por aquello de que aquí nos conocemos tos, pues un grupillo que se te acerca; de entre todos el más lanzado, el sabelotodo, el “verás este como lo descoloco con mi verborrea”. Si, si, ese que viene de vuelta con 16 añinos, el que va de ácrata convencido y no sabe quién es ni Bakunin ni Federica Montseny; el que se cree que el movimiento hippy es fumar hierba y estar tol día colocado, pasar de todo ir a su bola, hacer lo que quiere y como quiere, pero con una puntualización: los caprichitos los paga papa…………. y te suelta la frase:

- “Es que cuando tú eras joven también hacías botellón”

No amigo, no, te equivocas, cuando yo era joven también teníamos nuestra cochera o local; también organizábamos bailes, guateques, escuchábamos música, charlábamos, compartíamos, nos socializábamos; también comprábamos bebida para estos eventos; también se calentaba alguno de vez en cuando, o de cuando en vez; y alguno, porque también los había, patoseaba, gambierreaba, y se salía de tono. La diferencia es que la bebida era un medio, un complemento, un añadido más como podía ser la música, como podía ser la misma charla en sí, o la estrategia a seguir pa poner el disco entero de hotel california y salir corriendo a ver si pillabas buen cacho porque el agarrao iba pa largo. Lo que no era de ninguna manera, lo que no podía ser bajo ningún concepto la bebida es un fin; un fin para ser más locuaz, para tener más cara, para ¿socializarse?. para romper la timidez, o sencillamente un fin para ponerse hasta el culo.

Por suerte, otros amigos, otros compañeros del lanzao, con sus ideas, con sus pintas, con sus principios, asentían, comprendían, reconocían, porque la mayoría de los chavales tienen la cabeza muy bien amueblada, saben lo que quieren, están preaparaos, aunque eso sí, les cuesta a los joios manifestar, ejecutar, llevar a cabo lo que piensan.

Lo tengo muy claro, Si yo fuera joven me asociaría, compartiría ideas con otros, revindicaría, protestaría, exigiría, propondría…me mojaría.

Y pediría cosas reales como por ejemplo la organización de actos para jovenes, dirigidos por los jovenes, gestionados por los jovenes y supervisados por los jovenes (al fin y al cabo quien mejor que los interesados para saber lo que quieren), y pediría que nos habilitaran algún espacio público, llámese multiusos o caseta municipal permanente, como lugares de encuentro, con nuestros pinchas, con nuestra música, con nuestro rollo; con nuestra bebida (sin alcohol por supuesto, que somos mu chiquininos); y pediría por ejemplo …….; y nos auto gestionaríamos, y nos dirigiríamos, y nos organizaríarnos. Sin intromisión de adultos; ni de padres, sobre todo los que aún no han superado el síndrome de Peter Pan, y se creen amigos de sus hijos, los más güais, los que les entienden… ja ja; ni de asesores trasnochados que se les olvidó hace mucho ya que fueron jóvenes.

Y propondría, y pediría, y exigiría hasta la saciedad. Y luego, si ninguno de estos sueños se cumple, entonces, en ese momento podré decir tranquilamente que esto del botellón es un fin no un medio, ……………pero porque no me han dado otra opción.

Si algo me ha enseñado la edad, “jodida edad”, es que se pueden compartir gustos, ideas, amigos, socializarse, reir, hacer el ganso, divertirse, y sin necesidad de recurrir al alcohol……y también me tomaría unas cervecitas, porque no.


PERO COMO UN MEDIO, NO COMO UN FIN.



“Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado. No dejes pasar la vida, porque no sabes todo lo que te pierdes”

Salud

1 comentario:

Cris dijo...

Dentro de poco me tocará hablar con Miniyó soobre esto.
:S