¿.....y ahora qué?

¿……y ahora nos damos cuenta del fenómeno del botellón?

¿……y ahora vemos como nuestros niños y jóvenes fin de semana tras fin de semana solo tienen como objetivo el juntarse para “socialializarse” (yo entendía la socialización de otra manera) y que no es más que tener una justificación para consumir alcohol?

¿……y ahora nos da miedo las reacciones fuera de lugar, la violencia, y los despropósitos que ocurren en ocasiones?

¿……y ahora nos rasgamos la vestiduras porque vemos que se están perdiendo valores, que falta educación, respeto, tolerancia a los demás?

¿……y ahora nos tiramos de los pelos, ponemos el grito en el cielo, despotricamos contra todos y contra todo, pedimos justicia, control, soluciones.

¡¡¡Y hasta ahora qué!!!

¿Acaso nos hemos preocupado?

¿Acaso hemos intentado conocer, interesarnos, conocerlos?

¿Acaso nos hemos fijado si venían bebidos, si entraban en casa en buenas condiciones, si estaban bien?

¿Acaso les ofrecemos algo mejor?

¡¡¡Hipócritas egoístas!!!.

Ejercemos de padres cuando nacen nuestros hijos; los sobreprotegemos cuando son pequeños, ¡que no nos los toque nadie!; son únicos, inigualables, los mejores…………….. y cuando se echan unos años encima, cuando ya con 13-14 años empiezan a independizarse, a socializarse, a conocer a sus iguales, ya nos despreocupamos, ya se valdrán por ellos mismos; que no nos molesten, que no estorben: “toma 20 €, pal fin de semana”, “y ten cuidado no bebas mucho” mientras nos quedamos placidamente sentados en nuestro sofá, o en la terraza de un bar, o en la barra de este, o de furriona con los amiguetes, dando ejemplo, por los cojones.

Claro, que si la tele empieza a machacar con los problemas del botellón, si salen todos los días noticias sobre actos violentos, consumo de drogas, etc la culpa no es nuestra ¡¡faltaría más!!; la culpa es de las autoridades, la culpa es de los políticos, la culpa es del de la tienda que vende alcohol, la culpa es del vecino si llama porque le molestan, la culpa es de ………

No exijamos lo que no podemos cumplir, y si nuestros hijos tienen como modo de divertirse este es porque nosotros, sus padres, se lo hemos inculcado, permitido, amparado, aprobado y justificado………….. y ahora, sentados en nuestro sofá, o en la barra del bar, con una cerveza en la mano o un cubata, sigamos despotricando contra todos y contra todo, hagámosles culpables de nuestra impotencia e inoperancia.

Salud

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