Recordad que os quiero

Uno de estos días que he tenido tiempo libre por la mañana me planteé que ya necesitaba yo volver a coger mi montura (bici), encontrarme conmigo mismo y mis pensamientos, hacer un poquino de deporte, disfrutar del entorno y hacerme unas rutitas por las inmediaciones.

Hasta ahí todo bien, que duda cabe, lo he estado haciendo durante años y la verdad es que me ha ido muy bien. Pues nada, la noche anterior como es preceptivo, dispongo el despertador, lo marco en una hora prudencial y a dormir.

¡¡Que sobresalto!!, ¡que susto!, ¡que impresión!, a la hora fijada, puntualmente, sin excusa, el reloj que decide llamar mi atención y recordarme que el día anterior me había comprometido a nosecuantas cosas a parte de ponerme de corto y montar en bici.

Pero no, no podía hacerlo de un modo convencional, no podía despertarme como todos los despertadores; con musiquita, con el rinnnnnnnnnn, con el sonidillo estridente de los nuevos despertadores electrónicos, con el himno del atleti (como es mi caso); resulta que para que no hubiera problemas, puse uno de los despertadores que tengo, el eléctrico, y sin darme cuenta pues en vez de poner uno de los sonidos mencionados anteriormente pues puse la radio sin darme cuenta. Claro, la noche anterior, como muchas, me dormí con el “tirachinas” (programa deportivo), entonces sin remisión, sin poder evitarlo, sin otra alternativa, a pelo, en frío y adormilado, de repente, así sin más FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS en directo.

¡¡Que situación!!, ¡que sinvivir!, si hasta se me cortó la respiración durante unos segundos que parecían interminables. Como por un acto reflejo inmediatamente me he tirado al despertador, lo he desconectado, lo he inutilizado, lo he controlado, he procurado que nadie de esta bendita casa oyera lo que yo he oído, que nadie pasara por lo mismo que yo. Bueno ya sabéis, para que voy a daros un mal rato: arengas, sermones, predicaciones, conspiraciones, hecatombes que se nos avecinan, el fin del mundo que está cerca, etc, etc, etc, y así de sopetón, recién levantado, sin esperarlo.

Pues eso: desayunando con las pulsaciones a tope, con una taquicardia que me daba miedo hasta andar dos pasos, con un tiriteo en las articulaciones que cualquiera que me viera se apiadaría de mí creyendo que padezco una enfermedad preocupante, esos sudores fríos; claro, me ve mi Loli y me dice: joer Carlos, si parece que has visto una aparición, un fantasma, un monstruo. Si, si, claro, como tú no te has enterado.

Quiero deciros que si me veis deambulando por las calles; si me observáis con la mirada perdida; si me llamáis y no os contesto; si estoy cazando moscas imaginarias; si veis algún gesto, movimiento, reacción o forma de proceder extraño; si estoy subido encima de una pared, un banco, un vehiculo, una papelera o un altillo al uso, predicando, lanzando máximas, ultimatuns, arengas y demás anormalidades recordad que un día estuve entre vosotros, que charle con vosotros, que os quise, que os admire, que os seguí.

No se si me recuperé, no se si volveré a ser de provecho, no se si se podrá sacar algo productivo de mí, pero por favor: NO ME DEJEIS SOLO, que ya bastante duro tiene que haber sido llegar a esta situación.

En serio ……………… estoy acojonao.

Salud (ahora más que nunca)

(música de Silvio Rodriguez: "Sueño con serpientes")

© capitantrueno